"Y en ese momento, bajo el encantamiento de tu voz y la luz que irradiás, no regalaste la ceremonia más hermosa y profunda que hubiésemos podido imaginar. Colmaste de amor todo el espacio y a cada uno de los invitados, sobrevolaste nuestra historia con tanto amor que te convertiste en la primera persona que queríamos abrazar como una manera humilde sumamente genuina".